domingo, 25 de septiembre de 2016

El periodismo objetivo y sus críticas a Macri

Me tomé 25 minutos para escuchar la entrevista que Nelson Castro le hizo a Axel Kiciloff la semana pasada. No creo que sea algo revelador, ambos dicen las cosas que uno espera que digan, sin embargo, creo que hay algo que pasa en la entrevista, que puede pasar desapercibido y que para mí es fundamental.

En esos 25 minutos Castro varias veces explica el lugar desde donde habla, o bueno, el lugar donde él intenta ponerse. Por un lado manifiesta ser crítico con el nuevo gobierno, como lo fue con el anterior (siempre según él, claro). Por otro plantea que algunas decisiones (según él "errores") del gobierno anterior, son obvios, que todos los expertos del tema coinciden en lo aberrante de ciertas políticas, por ejemplo la restricción a la compra de dólares "para ahorro" (*), qué él gusta de llamar "el cepo".

Lo que quiero hacer notar es que la parcialidad de Nelson Castro, no pasa por ser "macrista". Seguramente simpatiza más con este gobierno que con el anterior y obviamente la forma de abordar en su programa los éxitos y fracasos de cada uno serán distintos.

Pero eso es temporal, es poco más que una coincidencia, si me permiten la simplificación. Hoy los intereses de Nelson Castro (o mejor dicho, del poder del cuál él es sólo un vocero), coinciden con los de nuestros gobernantes, con Macri a la cabeza.

Más temprano que tarde, cuando las consecuencias de este plan económico sean aún más palpables y cuando se agote el cuento de la "pesada herencia", les van a soltar la mano, les van a echar la culpa del desastre, van a decir que fueron ineptos, que fueron corruptos, que hicieron las cosas a prueba y error, que había peleas internas. Los van a prender fuego como prendieron fuego a otros presidentes y ministros que les fueron funcionales en su momento.

Por eso los Nelson Castro de nuestro país se pueden permitir "pegarle" a Macri. Lo que no se puede es discutir el modelo económico. El modelo económico es perfecto. 

Según esa visión, la devaluación era inevitable, los subsidios eran insostenibles. Entonces el plan económico es obviamente correcto y todos los expertos, en su infinita objetividad coinciden que el liberalismo es la única política racional y lógica: es lo que hacen todos los países serios. Y si a nosotros no nos da resultado, si no nos llueven las inversiones es (por ahora) por culpa de la pesada herencia, por los sindicalistas que hacen paro, por los que cortan rutas, por los maestros que faltan a clase que se piden licencia, por el miedo que vuelva Cristina en 2019.


(*) ¿Por qué comillas en "para ahorro"? Lo dejo para otro post.

sábado, 11 de junio de 2016

Algunas frases sobre la actualidad

Si te aburrís en el medio... no cierres la ventana, en todo caso saltá al final.
  • La economía toda está en un parate. Pero la economía informal está peor, se derrumbó. Y arrastra al sector más vulnerable, al de menores ingresos. 
  • el plan Procrear se frenó totalmente, y ese era el que sostenía a la mano de obra menos calificada
  • Acindar tuvo un derrumbe de ventas del acero que usan en las grandes obras y sostenía su facturación con el redondo de pequeño diámetro que va a las casas del Procrear. Hoy no vende nada. Y creen que recién se recuperarán en el segundo trimestre de 2017.
  • Lo que uno ve es que falta un agenda política activa del Gobierno. Ellos no quieren atender al sector informal, cuando la informalidad abarca el 35% de la economía
  • las pymes llevan 6 meses eliminando horas extra, suspendiendo personal
  • no hay plata en el bolsillo del laburante y los sectores medios,
  • En el municipio tenemos un 50 o 60% más de pedidos de comida y de trabajo
  • Hoy los sueldos suben a un 32%, pero la inflación los supera largamente.
  • El sufrimiento social generado por las medidas adoptadas (y que han generado un millón de pobres más), darían como resultado volver a toparnos con los mismos problemas de estancamiento, tipo de cambio e inflación que teníamos a finales del 2015. Pero eso sí, con mayor endeudamiento
  • Todo el mundo daba por descontado sobre quién iba a recaer (el ajuste): la historia reciente y la antigua nos muestran que los ajustes siempre han perjudicado a los más débiles
  • Los ajustes de tarifas respondieron a la lógica PRO de lohago-veoquépasa-sihayquilomboretrocedo
  • si las cifras que trascienden son verdaderas, todavía estamos en la mitad del camino de los aumentos.
  • el pago a los jubilados termina siendo cuestionado porque no respeta la orden de la Corte de pagar las sentencias completas, el gasto del Estado se sigue expandiendo y la recesión ya está instalada
  • Macri habría aumentado el déficit en casi tres puntos
  • ¿Y si subimos Ganancias del 35 al 40 por un año?
  • los intereses en dólares favorecen como nunca la bicicleta
  • No es probable que lluevan inversiones extranjeras en los próximos meses. Y si sucede, será una llovizna especulativa

Ah sí, seguro quieren saber la fuente de todas estas afirmaciones apocalípticas, son dos notas de Clarín, una del mismísimo Jorge Lanata y otra de Marcelo Cantón.

miércoles, 13 de abril de 2016

500 pesos

Esta reflexión surge luego de haber escuchado la versión hoy de que se pagaban $500 para ir a acompañar a Cristina a los tribunales de Comodoro Py... lo que es bastante habitual.

Aclaremos: lo habitual no es que se pague a alguien por ir a una manifestación, sino que se intente desprestigiar este tipo de manifestaciones. Cualquiera que haya ido alguna vez sabe que la gente (al menos en una amplia mayoría) va por su propia voluntad. Se ven familias con nenes, jóvenes cantando, gente agradecida... se nota que están ahí porque quieren. Si no te convence, recomiendo que en alguna oportunidad te acerques y lo veas por vos mismo, no te quedes con la versión de la tele.

Es que en realidad da risa. ¡500 pesos!

Yo ni loco voy hasta Comodoro Py por esa suma ridícula, estoy seguro que estos tipos cobran mucho más. Hacé la cuenta, más de uno que estaba ahí cobra $966 de AUH (por cada hijo). Si vivían en capital les daban tal vez otros $500 en subsidios a la luz, otro tanto al gas, $400 en descuentos en viajes en transporte público. Las más corruptas fueron las amas de casa que se jubilaron sin hacer aportes y recibían $4600 por mes, una locura.
Y la lista no termina ahí, porque la mayoría recibió favores que son más difíciles de cuantificar monetariamente. A algunos directamente les construyeron una universidad cerca de su casa, o en su provincia. Se habla incluso de cinco millones de personas que consiguieron lugares de trabajo, obviamente corruptos. A los que ya tenían trabajo los sobornaron con paritarias o con ayudas para comprar en 12 cuotas lavarropas, heladeras, televisores, colchones. Y podría seguir.


No soy yo de los que creen que el gobierno anterior haya sido perfecto y hasta me parece peligroso cuando parece que se valoran las personas por encima de las propuestas, las ideas o las políticas de gobierno. Sólo digo que sería muy tonto venderse por 500 pesos a un político, siendo que votar al político equivocado puede hacer que pierdas mucha más plata en apenas unos meses.

Por eso, yo creo que esa gente va por su voluntad, porque ven a una persona que puso en práctica políticas que las favorecieron. No creo que sea necesario comprarlos, de la misma manera que cuando vemos que los medios hegemónicos, los grandes agroexportadores, los fondos buitres y los representantes de la timba financiera internacional apoyan a Cambiemos tampoco pienso que estén comprados, solamente defienden al presidente que implementa las mejores políticas para ellos.

jueves, 17 de marzo de 2016

Lo grave no es pagarle a los buitres

Nos quedamos discutiendo si había que pagarles a los buitres o no. Si la negociación fue inteligente o no. Si hubiera sido mejor arreglar antes. Si Prat Gay negoció mal. Si Kiciloff negoció peor.

Nada de eso importa.

¿En serio no importa? Son 15.000 millones de dólares.
Bueno, sí. Es un montón de guita. Son 375 dólares por cada Argentino. Pero si nos quedamos en eso nos estamos perdiendo el problema mayor.


Lo realmente importante, mejor dicho, lo realmente grave es que lo estamos haciendo para "reintegrarnos al mundo", lo que quiere decir que estamos pagando para poder volver a endeudarnos.
No sería tan grave sólo tomar deuda para pagar. No es eso lo que estamos haciendo, estamos tomando deuda para poder pagar para poder tomar más deuda. Somos así los argentinos, queremos endeudarnos. Elegimos a un gobierno que propone la deuda como estrategia, y si te parece que esto lo digo yo porque estoy tratando de generar el miedo, entonces te remito a las palabras del jefe de gabinete Marcos Peña: "la deuda no se paga, la deuda se administra". No es el primero que lo dice.

¿Qué quiere decir "administrar la deuda"?
Quiere decir refinanciarla permanentemente: cuando la nueva deuda llegue a su vencimiento, tomaremos nueva deuda. Incluso probablemente cuando haya que pagar los intereses de la deuda lo haremos tomando nueva deuda, como hacen todos los países "normales". Así se hizo hasta el 2001, hasta que la deuda fue el 140% de nuestro PBI, hasta que fue para todo el mundo obvio que ya no íbamos a poder pagar, hasta que tuvimos 8000 puntos de riesgo país, hasta que nuestros bonos valían 18 o 20 dólares por cada papel de 100 porque nadie creía que se pudieran cobrar. Hasta que en los últimos días de 2001 aceptamos que no podíamos seguir pagando y entramos en default.

No es una casualidad ese recorrido, ni puede atribuirse sólo a la inoperancia o corrupción de los que lo ejecutaron. Es una estrategia meditada, la estrategia de nuestro actual gobierno es buscar el crecimiento a través de la deuda. Y lamentablemente muchos argentinos parecen estar de acuerdo.

Hay dos engaños alrededor de la deuda que quisiera hacer notar.

El primero es compararlo con la deuda que uno mismo podría tomar para comprar una casa o un auto. Por supuesto estamos de acuerdo que ninguna economía (familiar ni nacional) puede ser sana si uno necesita endeudarse para pagar gastos corrientes. Es decir, vos podés pagar tu tele en 12 cuotas, pero si necesitás pagar la leche en cuotas, es porque estás al horno. Pero aún si te endeudás para comprar un auto o una casa, ese endeudamiento que te permite acceder a esos bienes sólo tiene sentido con una condición sine qua non.
¿Adivinás cuál?
Es fácil: que tus proyecciones futuras te hacen pensar que vas a poder cancelar esa deuda, que vas a poder pagar la cuota. Podés comprar el auto a 7 años, podés comprar la casa a 30 años, pero vos asumís que lo vas a poder pagar. Si no, no te comprás el auto... o estás siendo irresponsable. Nadie piensa en "administrar" su hipoteca, el que tiene una hipoteca quiere pagarla.
¿Y por qué querés pagarla? Porque te cobran intereses y nadie en su sano juicio quiere vivir pagando intereses.

Para ponerlo en números, la argentina pagó en 2015 9.781 millones de dólares en concepto de "Servicios de la Deuda", lo que representa un 7.5% del presupuesto nacional, menos del 2% del PBI. Como comparación, en 2001 el Servicio de la Deuda Pública eran 11.245 millones de dólares, lo que representaba 51.232.366.227 el 21% (sic) del presupuesto de la Nación de ese año, aproximadamente el 4% del PBI.

Si querés otro número para comparar, te digo que esos números superan cómodamente la recaudación por ganancias a la cuarta categoría (unos 128.000 millones de pesos u 8400 millones de dólares). Así que en lugar de pensar que tus descuentos de ganancias se van para mantener vagos o planes o jubilados que no aportaron, bien podrías pensar que se van para pagar intereses por deudas que contrajimos y vaya uno a saber para qué se usó esa plata.

En resumen, endeudarse no es algo bueno, puede ser una necesidad, pero no un objetivo. "Volver a los mercados internacionales" no es un objetivo, a lo sumo es un medio para lograr otra cosa. Si querés tomar deuda me deberías decir para qué la querés y cómo la pensás pagar.


El otro engaño (sí, ¿te acordás que dije dos engaños?) es pensar que la gente que nos "presta" plata nos "hace un favor".

Primero hay que definir "prestar" y "favor". Varias veces en mi vida me pasó que algún amigo o un familiar me prestó plata para llegar a comprarme el auto, o la casa. Otras veces me tocó a mí ayudar. Si ustedes pasaron por una situación similar tal vez (ojalá) hayan notado (y si no se los cuento yo ahora), es bastante distinto a los préstamos que se le hacen a la Argentina. Cuando a mí alguien me hizo un favor, no me cobró intereses, mucho menos punitorios. Tampoco me impuso condiciones de derogar leyes ni de que le comprara a sus empresas.

Lo que digo puede parecer inocente, pero sirve para diferenciar bien algo: que el FMI te preste plata no es una ayuda. Los capitales financieros no ayudan a nadie, hacen negocios. Uffff... ¡bravo nene, descubriste la pólvora!

Claro que es obvio para cualquiera que haya dejado de creer en los reyes magos. Sin embargo en la retórica que se usa en los medios de comunicación parece que no fuera así, que el capital financiero fuera nuestra abuelita que nos presta sus ahorros para que podamos tener nuestro primer auto y lo hace de onda sin esperar nada a cambio.

De hecho, el capital necesita alguien a quien prestarle tanto como vos podrías necesitar que te presten, simplemente porque si no encuentra a quién prestar no podría cumplir su objetivo que es generar ganancias. Si los buitres no hubieran encontraro una Argentina fundida no podrían haber comprado bonos defaulteados a $18 por cada papel de 100 y no podrían tener 1600% de ganancia. Aún fondos financieros menos violentos, no podrían generar ganancias si no encuentran a alguien necesitado de eso.

Simplemente eso, es un negocio. Y por cada dólar que entra en la Argentina en forma de préstamo, seguro que sale más de uno para pagarlo, que si no generaste ingresos propios para pagarlos, entonces vas a necesitar un nuevo préstamo, que alimenta la bola de nieve porque también por cada dólar que te prestan vos terminás debiendo más de uno.

Y no solo pagamos intereses, en cada colocación de deuda, en cada canje, incluso en cada pago de intereses intervienen los bancos internacionales y otros intermediarios, cada uno se queda con una comisión. Más gente que hace negocios, más gente que le conviene que estemos endeudados, que vive de eso.
Sin ir más lejos, el actual presidente del Banco Central está procesado por el Megacanje de 2001, que aumentó la deuda argentina en un 25/30% de un saque y que generó comisiones gigantescas para un montón de estas almas nobles que se desviven por ayudarnos.

Y por si esto fuera poco, somos tan giles que además de propiciar sus negocios aceptamos que nos pongan condiciones. Esas condiciones que por ejemplo piden que abramos nuestros mercados, que propiciemos sus inversiones. Condiciones que permiten que ellos se lleven todos los dólares que quieran de nuestro país... y que hacen que nos endeudemos aún más.

"Hay dos formas de conquistar y esclavizar una nación. Una es la espada. La otra es la Deuda"

¿Quién lo dijo? ¿Algún peronista? ¿Un zurdito? No, es John Quincy Adams, 6to presidente de los Estados Unidos.


domingo, 10 de enero de 2016

Tres perejiles

Soy consumidor compulsivo de los canales de noticias, en particular de los que tienen una visión distinta a la mía (que hoy por hoy parecen ser todos, pero eso es para otro momento). En los últimos 13 o 14 días hay una única noticia que ocupa el 90% de su tiempo... si no el 100%. Hablamos obviamente de la persecución de tres perejiles.

Pará, pará, pará, ¿vos me estás diciendo que Martín Lanatta y sus dos complices, no son los narcos más peligrosos y con más recursos de sudamérica?
Más vale que son perejiles. Son la "mano de obra", los "autores materiales" del triple crimen. Obvio que son delincuentes y peligrosos, pero los verdaderos narcos, los autores intelectuales, los que pueden hacer que se abran las puertas de la carcel, esos están fugados desde hace rato. El jefe de estos tres tipos (Pérez Corradi) está prófugo desde hace 5 años y eso no sale por televisión. Y cualquiera puede imaginar que hay gente más arriba de él.
Que no se entienda mal: Lanatta es un delincuente y debería pudrirse en la cárcel (en lugar de dar entrevistas para canales de televisión), lo que yo no creo es que atrapar a estos tres tipos sea una batalla crucial en la lucha contra el narcotráfico. Por ejemplo, produjo bastante menos revuelo cuando hace algunos años se atrapó en Pilar al narco más buscado del mundo.

¿A dónde va todo esto? A que mientras todos los medios de comunicación del país no parecen interesarse por nada más que por la telenovela de la fuga, discutiendo si atraparon a uno o a tres, quién les dio el dato falso, si la camioneta estaba bien o mal ploteada, si los liberó el macrismo en pago por los favores en campaña o si los liberó el kirchnerismo para liquidarlos, si Ritondo y Aníbal Fernández se van a hacer una rinoscopía... mientras hablamos de todo esto, en el país pasó de todo y nosotros mirando la novela.


Mientras tanto, se despidieron más de 15.000 personas, acusándolos de ñoquis o de militantes pero admitiendo que no había "tiempo para evaluar cada caso". A los que protestaron se los calló a balazos de goma, fueran estatales o privados y los que tuvieron más suerte sólo fueron ninguneados por los medios de comunicación (¿ya te dije que ahora todos los canales de noticias son oficialistas?). A los que todavía tienen trabajo el ministro de finanzas los amenazó con perderlo si no bajaban las pretensiones salariales y en la provincia de Buenos Aires la gobernadora fue más práctica suspendiendo directamente las paritarias por decreto.

Es que el estado debe achicarse para reducir el déficit y no puede pagar tantos sueldos ahora que no cobra más retenciones, y que bajó los impuestos a los autos de alta gama (lo que curiosamente hizo subir los precios de los autos de gama media y baja). Por eso también se explica que se estiró un poquito el plazo para eliminar el impuesto a las ganancias, si bien nadie duda que se cumplirá esa promesa electoral.

Para redondear la cuestión, lejos de eliminar el déficit, la Argentina se endeuda por 5000 millones de dólares y abre la puerta para un endeudamiento por 16500 millones más, mientras se discute el presupuesto bonaerense que prevé un endeudamiento por 106.153 millones de pesos.

Y ya que estamos el Indec decide que por un año no se van a publicar cifras de inflación (curioso concepto de la "emergencia"), aunque las mediciones privadas superan el 4% para diciembre y estiman hasta un 6% para enero. Claro que ahora esas encuestadoras privadas no las promocionan más ni Pato Bulrich desde el congreso (es lógico, estuvo bastante ocupada estos días), ni los grandes medios de comunicación y sus repetidoras... me pregunto por qué.

domingo, 3 de enero de 2016

La Grieta y el conflicto

Después de casi 2 años vuelvo a escribir en este blog, y lo primero que tengo ganas de comentar es un fenómeno que fue creciendo en este tiempo, que hemos bautizado con el nombre de La Grieta.
Según algunos "expertos" en los últimos años nuestra sociedad se dividió en dos grandes grupos, a los que sin embargo (al menos a mí) no me resulta fácil definir de forma imparcial.

Una definición simplificadora podría basarse en el deseo de continuidad o cambio del gobierno kirchnerista y de hecho la coalición que ganó las elecciones, ya desde el nombre intenta agrupar a todos aquel que prefiriera cambiar. El ballotage, en el que la amplísima mayoría (de los que participaron) votó por uno u otro candidato, parece cristalizar la idea de de que la sociedad está prolijamente dividida en dos bandos, que para colmo están casi empatados en cantidad de apoyos. (Claro que el eventual "empate" no sirve para discutir la elección, que en nuestro sistema electoral presidencialista se gana por un voto, pero sí sirve para pintar un panorama del país.)

Tal vez sea obvio, pero creo que conviene decirlo: la foto del ballotage miente un poco. De un lado habrá un espectro grande de gente que va desde los superconvencidos de que Néstor y Cristina Kirchner son lo máximo a lo que puede aspirar nuestro país, pasando por mil variantes de apoyo más o menos crítico, hasta llegar a los que desconfiaban mucho del candidato Scioli pero aún así lo votaron pensando que "Macri es peor". Del otro lado seguramente encontraremos gente que reconoce aciertos al gobierno saliente pero piensa que es valiosa la alternancia o que quiere una continuidad mejorando las formas, la institucionalidad, disminuir la corrupción... hasta quienes piensan que todo lo ocurrido en los últimos 12 años destruyó al país y no ven la hora de deshacer el camino andado y para volver a la Argentina previa al Kirchnerismo y por qué no previa al Peronismo. Hasta existen los que añoran la Belle Epoque del 1900, antes de que la locura populista del voto universal permitiera que el populacho inculto se inmiscuyera en las decisiones del destino de la nación en lugar de reservar ese espacio para las élites ilustradas. En el medio de todo, seguro hay gente a la que le importa muy poco todo esto, que fue a votar sólo porque es obligatorio, que tal vez decidió el último día, incluso en el cuarto oscuro... y que en este escenario tan dividido y tan parejo a veces son los que deciden el destino de la elección.

No es mi intención aquí discutir los argumentos que elige cada uno para decidir su voto, solamente mostrar que la mentada grieta no es tal. Y que por más que la coyuntura a veces nos empuja a tomar una postura, hay un porcentaje importante de personas que votaron sin participar de la creencia de que el depositario de su sufragio haya sido o esté a punto de convertirse en el Salvador de la Patria.

El otro concepto en el título de este artículo es el "conflicto". Me apuro a aclarar que el conflicto es inherente a la sociedad: al interactuar con otras personas es lógico que surgan intereses encontrados, pasa en las sociedades más pequeñas y unidas, como cuando discuto con mi mujer sobre a quién le toca cambiar al bebé :). Las sociedades entonces van generando reglas que permitan dirimir esos conflictos (por ejemplo: lo cambiamos una vez cada uno). En una sociedad más grande que una familia es lógico que esas reglas estén escritas, para definir quién tiene derecho a qué (la ley, en sentido amplio); y que haya un mecanismo para dirimir las disputas (la "justicia") o en algún caso para hacer cumplir los reglamentos por la fuerza a los rebeldes (la policía); incluso suele haber una forma de modificar las reglas escritas.

Pareciera que lo que estoy diciendo es obvio... sin embargo ha sido tema de discusión, e incluso slogan de campaña: terminar con la conflictividad. Se podrán discutir las formas en las que el conflicto se lleva adelante, se podrán discutir si las disputas planteadas son razonables o no, pero "terminar con la conflictividad" es un idealismo inalcanzable, en el cual la nobleza de las personas nos lleve a cada uno a conformarnos con lo que nos toca, nunca dar al otro menos de lo que le corresponde, nunca reclamar más de lo que nos corresponde a nosotros. Ese mundo ideal no existe y por eso necesitamos un Estado, del cual (como ya dije) una buena parte está dedicada a resolver los conflictos entre los ciudadanos.

Más aún, la política es el ámbito en el que se dirimen estos conflictos y las elecciones sirven también para eso, para que sea el conjunto de la sociedad el que tenga (hasta cierto punto, digamos) la última palabra sobre qué camino tomar: realizar una elección es dirimir un conflicto. Negar la existencia de ese conflicto, convertiría a nuestras elecciones en simplemente una puja personal por ver quién llega a presidente, negándonos a los ciudadanos la posibilidad de elegir entre diferentes visiones de lo que es mejor para nuestro país, visiones que no pasen por los nombres propios sino por las políticas a implementar, por la forma en que se reparte la riqueza, por la forma en que se dirimen los conflictos.

Pero entonces, ¿la grieta es el resultado natural del conflicto? No.
(Téngame paciencia que estoy llegando al punto.)

La grieta es la deformación del conflicto, es que no podamos hablar de política en la mesa de navidad porque "es para pelea". Porque para unos, los del otro bando son chorros, corruptos, kukas, choriplaneros, ñoquis, militontos y comprados por las dádivas del estado. Del otro lado, los primeros son cipayos, oligargas, antipatrias. En lo que coincidimos en que los del otro bando tienen el cerebro lavado y por eso es muy difícil hablar de política con semejantes energúmenos.

Sería más fácil si mirás del otro lado de la mesa y ves que no está esa persona que te estás imaginando. Que tu tía macrista no tiene miles de hectáreas de campo, ni administra un fondo buitre, ni fabrica ropa de marca esclavizando adolescentes que ingresaron ilegalmente al país, ni se dedica a importar juguetes chinos producidos por niños igualmente esclavizados pero más lejos. O que tu primo kirchnerista tampoco cobra sobresueldos del estado a cambio de llenar la plaza de gente a la que lleva en micro obligada o a cambio de un chori, y en cambio se rompe el lomo laburando y para colmo la AFIP no le deja comprar dólares para ahorrar igual que avos. Y ambos opinan lo que opinan porque les pinta y no porque nadie les pague.

Entonces, me tengo que avivar de que el otro lado de la grieta no es mi tía Chola. Si hay una grieta, tiene que ser por un conflicto importante, que atraviesa a la sociedad. Para mí ese conflicto es con la gente que se beneficia con la pobreza de otros, fundamentalmente grandes empresarios y políticos corruptos (creo que conviene agregar a esa lista a los "formadores de opinión", pero dejemos eso por ahora). En la próxima reunión familiar, mirá del otro lado de la mesa y fijate si ves a uno de esos tipos. O también, antes de postear un insulto en facebook, revisá tu lista de "amigos" y fijate cuántos de ellos se ganan la vida en base a joder a otro. Apuesto a que no encontrás muchos.

Por favor que no se entienda esto como un comentario de autoayuda o de buena onda navideña "amíguese con su abuelo fascista que por ahí el año que viene ya no está". No. Lo que estoy diciendo es que prestemos atención, a ver si no estamos peleando una lucha que no es la nuestra, que estamos divididos por una grieta que no es tan "esencial" como parece. Y que tenemos que repensar cuáles son los verdaderos conflictos que nos atraviesan día a día, entender quiénes son los que se benefician con que este país no crezca todo lo que podría, con que haya inflación, con que suba el dólar o el desempleo o que bajen los salarios y jubilaciones, a quién le conviene que vos no podés llegar nunca a comprarte la casita o el auto que querés. Si seguimos peleándonos entre nosotros los perejiles sin darnos cuenta de que estamos del mismo lado de la grieta, en cualquier momento nos hacen cartera.

PD: Un ejemplo de gente que entiende por dónde pasa la grieta: Randy Stagnaro, de Tiempo/Grupo 23, y Francisco Rabini, de Clarín.