miércoles, 22 de febrero de 2012

La hipocresía no conoce límites

Algo así como 50 personas murieron esta mañana en una tragedia que probablemente tenga poco de accidental y mucho de negligencia. Por supuesto, no nos sorprende la desinversión de la concesionaria TBA que pone en juego las vidas de sus pasajeros por ganar un mango más. Tampoco nos sorprende que los controles del estado sean deficientes en esa área como en tantas otras. Y finalmente, no sorprende la hipocresía de los miserables que quieren convertir a esto en un hecho político, se pide la renuncia de Schiavi, más atrás se busca atacar al gobierno nacional.

Por más que duela, no sorprende que a nadie le importan los muertos, sólo importa la jugada política que se pueda hacer a partir de ahí. La culpabilidad depende del color de la camiseta, de la ideología, del partido político del/los supuestos responsables.

No sorprende porque no es la primera vez que pasa. En 2004, ante la tragedia de Cromagnón, el macrismo encontró su oportunidad para ir contra Ibarra. La justicia absolvió a Ibarra, pero la legislatura porteña decidió destituirlo, abriéndole la puerta a Macri para ser Jefe de Gobierno sin tener que enfrentarse con quien le había ganado las elecciones en 2003.
Los mismos que pidieron hasta cansarse por la cabeza de Ibarra son los que le quitan importancia a las repetidas muertes por derrumbes en los últimos años. ¿Quién decide cuáles muertes son importantes?

No sorprende porque es figurita repetida. Se horrorizan por la contaminación de las mineras pero defienden el glifosato. También se horrorizan por el oro que sale de esas minas y se va para afuera, pero defienden la posibilidad ilimitada de comprar dólares, la extrangerización de la tierra y hasta el derecho de los ingleses sobre malvinas. Y por supuesto defienden a las concesionarias, Iberia era mejor que Aerolíneas, las AFJP serán siempre mejores que la jubilación estatal. También defenderán a Repsol y a Shell. O si hay un corte de luz siempre será culpa del estado y nunca de Edesur.
Es un patrón que se repite, en medio del accidente pocos mencionan a TBA: la culpa nunca es del empresario. Es que en nuestra lógica (aún) neoliberal, la empresa tiene derecho a hacer su mejor negocio. Y si su mejor negocio es desinvertir (siempre lo es), entonces está bien que lo haga, es su derecho.
En esa lógica, si algo anda mal siempre es culpa del estado, la empresa privada no puede perderse de ganar plata sólo para que vos no te mueras, su única obligación es la de maximizar sus ganancias.

No se trata de limpiar las culpas del aparato estatal de control; sería necio negar su ineficiencia (y no deberíamos necesitar a que haya muertos para darnos cuenta). Pero al mismo tiempo me parece importante desarticular el discurso neoliberal antiestado, que nos pone a merced de las grandes empresas al otorgarle todos los derechos y ninguna responsabilidad.

Seguramente, el gobierno deberá revisar su accionar en este área y varias otras. Entre otras acciones es fundamental revisar las concesiones de ferrocarriles (y por qué no directamente rescindirlas). También la justicia deberá investigar a los responsables por parte del estado y por parte de la concesionaria TBA.

Pero no nos dejemos engañar, la culpabilidad de estos incidentes no termina ahí, está embebida en la cultura argentina que (aún hoy, insisto) no deja de ser neoliberal.
La raíz de este tipo de problemas no está en la corrupción ni en la ineficiencia, es cultural. Los mismos que hoy se horrorizan por la falta de control son los que ponen el grito en el cielo cada vez que el estado interviene o pone reglas. Mientras que los argentinos sigamos defendiendo y endiosando el rol de los grandes empresarios privados en nuestra economía, garantizándoles su famosa "seguridad jurídica" y aceptando sus ganancias obscenas, entendiendo que el derecho a la propiedad y a la libre empresa están por encima de cualquier otro, entonces siempre vamos a estar a merced de accidentes, de cortes de luz, de la falta de azúcar, leche o combustible el fin de semana largo.
No va a cambiar porque pongan de chivo expiatorio a un secretario ineficiente. La única forma de cambiarlo es que nos convenzamos de que los servicios básicos como la salud, la educación, el transporte o la información son derechos de todos y no pueden estar manejados en función de las ganancias de unos pocos.

sábado, 18 de febrero de 2012

Minería y represión II

Al igual que con otros muchos temas, la minería parece dividir las opiniones en dos grandes grupos antagónicos. De un lado las distintas expresiones opositoras acusan al gobierno de estar aliado a las multinacionales mineras, a las mineras de consumir y/o contaminar masivamente el agua, nuevamente al gobierno, a la policía de reprimir violentamiente, e incluso aparecen vinculados sectores del sindicalismo en las acciones violentas contra los manifestantes en diferentes cortes de ruta.
Del otro lado las opiniones parecen más confusas. La presidenta criticó a los ambientalistas y llamó a "no demonizar" a la minería, al tiempo que la gobernadora Corpacci negó la utilización de cianuro en La Alumbrera. Y casi ningún referente del oficialismo habló sobre la acción de la policía (una excepción fue Aníbal Fernández). La defensa más fuerte a la minería fueron los contra-cortes a favor de la minería, lo que también levantó una discusión entre los manifestantes, que se presentaron como trabajadores mineros defendiendo sus fuentes de trabajo, mientras la prensa opositora los calificó de "patotas" que respondían al poder sindical o al peronismo.

Creo que en este tema (como en tantos otros) es fundamental escapar a la polarización, evitar que caiga en una guerra de opiniones pro-K o anti-K. Quien se considere progresista no puede apoyar ciegamente los negocios de las multinacionales mineras ni hacer oídos sordos a las acusaciones sobre contaminación, mucho menos ignorar el accionar de la policía frente a la protesta social. Y quien esté en contra de la contaminación no puede ni por un segundo creer que TN puede ser vocero del ambientalismo. (No olvidemos que el grupo Clarín está involucrado en varias disputas relacionadas con la contaminación de sus empresas, la más notoria: Papel Prensa).
Para tener una visión que escapa a la polarización K/anti-K recomiendo leer esta nota en el blog de Hugo Presman.
No podemos simplemente prescindir de la minería, ya que sus productos son necesarios tanto para la producción de cada uno de los artículos que consumimos como para sustentar el desarrollo industrial. Sin minería no es posible la vida tal como la conocemos. La cuestión es como garantizar que la minería sea una actividad sustentable:

  • Estudiar seriamente las condiciones en las que sea factible extraer el mineral sin comprometer el medio ambiente.
  • Garantizar asimismo la seguridad de los trabajadores.
  • Establecer mecanismos de control que permitan garantizar que se cumplen las disposiciones relaciadas a los dos puntos anteriores.
  • Establecer un régimen fiscal, comercial y jurídico que garantice que la extracción deje beneficios razonables en el país y más aún en las provincias o municipios en los que se realizan dichas extracciones.
Por supuesto, esto implica una disputa mucho más grande, por supuesto que la seguridad laboral y ambiental van en contra de las ganancias extraordinarias que hoy obtienen las multinacionales; pero ahí es donde se ve un país serio y que realmente tenga intención de desarrollarse. 
Si a las multinacionales no les resulta atractivo hacer negocios en esas condiciones, entonces deberemos buscar otra forma de realizar la extracción, pero en ningún caso se pueden ceder los derechos de los trabajadores y de los demás habitantes, ni en favor de la industria minera ni a favor de ninguna otra.

viernes, 10 de febrero de 2012

Minería y represión

Imagino que todos los que valoramos los derechos humanos expresamos nuestro apoyo a los pueblos de La Rioja y Catamarca que defienden sus recursos naturales de la contaminación producto de la minería a cielo abierto.
De la misma manera debemos repudiar el accionar de la policía esta mañana en Tinogasta y otros pueblos de la zona, desalojando a los manifestantes por la fuerza y por orden de un fiscal; tanto la policía como el fiscal actúan defendiendo los negocios de una empresa extrangera, en lugar de defender los derechos de los habitantes de Tinogasta. 
No es difícil imaginar el cúmulo de intereses creados alrededor de las ganancias millonarias de estas empresas y cómo esa disponibilidad de dinero puede inclinar a su favor las opiniones de las diferentes oficinas públicas involucradas.

Sin embargo, hay algo que me gustaría destacar en todo esto que es el cambio de actitud de TN con respecto a este tipo de noticias. Es una muy buena señal que un canal como TN manifieste tanto interés por la cuestión, y critique tan enfáticamente el accionar de la policía. Veo con alegría que aún la prensa más ligada a los grandes poderes económicos, siempre preocupados por la llamada "seguridad jurídida" de los grandes empresarios o por el clima en "la city", se ocupe de informar con tanto ahínco sobre este tema. Aún cuando todos sabemos que detrás de esa cobertura tan amplia del tema hay intereses creados, de todos modos marca un cambio en nuestra cultura del que aún TN no puede hacer oídos sordos.

Hace 4 años los cortes de ruta, la extensa cobertura y los vítores a la patria se hacían en nombre de los negocios de unos pocos, hoy las mismas herramientas defienden el agua potable de muchos. Quién te dice, tal vez aprendimos algunas cosas en este tiempo.


domingo, 5 de febrero de 2012

̉Educación para todos?

El humorista antikirchnerisa de La Nación, "Liniers" twitea: "Automovilismo para todos"... Bueh... pero que la próxima sea "Educación para todos"

Se ve que este muchacho escribe sus historietas desde algún hotel all inclusive en República Dominicana, porque si no se daría cuenta de que está hablando de un país en el que el presupuesto de educación pasó del 2% a más del 6% del PBI, en el que por primera vez los sueldos docentes son suficientemente altos como para que muchos tengamos ganas de dedicarnos a eso sin pasar hambre, en el que la AUH hizo que tengamos los niveles de asistencia escolar más altos de nuestra historia, en el que decenas o cientos de miles de chicos tienen la oportunidad de asistir a la Universidad que sus padres no tuvieron, gracias a la labor de las universidades del Gran Buenos Aires y a una gran inversión en becas de apoyo que aporta el Estado Nacional.

Personalmente como docente, me parece que es un comentario de mal gusto, desinformado para decir lo menos.