lunes, 28 de marzo de 2011

Libertad de expresión y derechos laborales.

Cuando ayer no salió el diario Clarín, mucho se habló de libertad de expresión. O en el mejor de los casos se plantea la cuestión como un conflicto entre dos derechos constitucionales: la libertad de expresión y la libertad sindical.

En la mayoría de los análisis que leo, parece que la decisión unánime es a favor de la libertad de expresión. Tal vez sería una discusión interesante, pero estoy convencido de que no es esa la disputa real.

En primer lugar, Clarín no tiene coartada su libertad de expresión. Estaría coartada si no pudiera expresar sus ideas y esto claramente no es así. Las mismas ideas que no se leen en papel se pueden leer en Internet o por cualquiera de los 600 medios que tiene la empresa. Como si esto fuera poco, el resto de los grandes medios sale a replicar las mismas ideas y más todavía los diputados se reúnen para respaldarlo.
Finalmente el mismo diario se publicó hoy, así que lo que querías leer lo podés leer... se puede criticar, se pueden decir muchas cosas, pero no se puede decir que Clarín no puede expresarse (al menos no sin una dosis de caradurez importante).

Del otro lado, los trabajadores. ¿Cuántos saben por qué pelean? ¿Cuántos medios publicaron sus reclamos? ¿Cuánto sabíamos de ellos antes del bloqueo?

Si la disputa fuera por la libertad de expresión, entonces los que tienen la expresión más restringida son claramente los trabajadores, que no tienen ninguna voz en los grandes medios y no Clarín que publica todo lo que quiere todos los días.

Sin ir más lejos, a ninguno de los que se volvieron locos por el bloqueo a Clarín lo recuerdo poniéndose así de nervioso porque Cablevisión se niega a publicar CN23. Y eso no es un domingo, sino todos los días.


No seamos ciegos, no hay un conflicto entre libertad de expresión y libertad sindical, el conflicto de fondo es entre los derechos de los trabajadores y los derechos de los grandes empresarios. Y lo que defienden todos los diputados que se juntaron hoy son los derechos de una empresa gigantesca y monopólica, su derecho a hacer negocios como más les convenga y a pasar por encima de los derechos de los trabajadores.

Si vos sos un empresario que aspira a manejar un monopolio, te recomiendo que los votes. Si en cambio sos un empleado asalariado por ahí no es la mejor idea.

domingo, 27 de marzo de 2011

La política y la memoria

Me duelen las disputas de poder que se montan alrededor de la marcha de la memoria y hablo no sólo los medios poderosos que las ningunean; sino también de las disputas entre las diferentes organizaciones que se pelean por el lugar en la plaza o por quién lleva más gente.


Está buenísimo que haya mucha gente que quiera sumarse a la memoria, pero para mí el objetivo de la marcha debería ser acompañar a los que perdieron a sus familiares o amigos víctimas del genocidio. Mucha gente perdió a sus seres queridos, sin saber realmente qué les pasó, pudiendo únicamente imaginar lo peor; sin tener siquiera la posibilidad de llevarle una flor al cementerio.
Deberíamos ser capaces de hacer la marcha en paz, sin permitir que se ensucie por luchas de poder.