martes, 24 de julio de 2012

Deuda externa

La deuda externa (junto con la inflación, o el dólar) es una de las cuestiones que siempre han preocupado a la economía Argentina. Creo que todos de chicos hemos escuchado hablar de eso, de cómo nunca se acaba, de cómo cada vez debemos más plata, mi primer recuerdo es ver el programa de Tato Bores, siempre fue un tema.

Más grande me llamó la atención cómo había crecido exponencialmente durante la dictadura y durante el menemismo. Esto último es además llamativo siendo que fue el período durante el que se vendieron todas las empresas públicas.
Llegando al 2000 la cosa se pone cada vez más áspera. La deuda supera holgadamente al PBI y comenzamos a buscar créditos cada vez más desesperadamente: Blindaje, Megacanje, etc. Y siempre la misma historia: pedir plata prestada para pagar la que nos prestaron antes. Nuestras preocupaciones diarias (deuda, inflación, dólar) fueron desplazadas por el Riesgo País, que no es otra cosa que una medida de cuánto nos van a sacudir cuando salgamos a pedir prestado. Se fue como a 7000 puntos, que es como decir que no te presto ni loco.
Hasta que Rodriguez Saa tomó la medida más drástica y más discutida: el default. La Argentina se declara en bancarrota, no podemos pagar, suspendemos los pagos de deuda hasta nuevo aviso.
Pasamos varios años en esa situación. Después vinieron las restructuraciones kirchneristas, algunos dicen que la deuda bajó otros no, seguro bajó (por mucho) la relación deuda/PBI.

Siempre yo creí que todos estábamos de acuerdo en que la deuda era algo malísimo, producto de la corrupción, de los negociados y que le convenía sólo a los que nos prestaban. Sin embargo ahora me doy cuenta que no.
Los economistas liberales circulan por los canales de televisión protestando porque la Argentina no pide plata prestada. Cito a Prat Gay: "Ningún proyecto progresista pagaría la deuda con recursos genuinos.". Ya en el 2010 el radical Sanz decía: "Las deudas no se pagan, las deudas se refinancian".

¿Entonces el mundo se dio vuelta? ¿O viví siempre equivocado? ¿Lo que más nos conviene es siempre estar endeudados y pagando intereses? ¡Entonces mi viejo era un grosso de la economía cuando en los 80 usaba una tarjeta para pagar la otra! Y pensar que mi vieja se preocupaba, se creía que estábamos al horno.

Yo entiendo que uno tome deuda ante una situación imprevista, para salir del paso. O entiendo que uno tome deuda para financiar una obra. Pero son situaciones temporales, uno toma una deuda, de forma controlada y luego la paga, se olvida. No se puede vivir pagando 10.000.000.000 de dólares de intereses cada año (no es un número en joda, hemos pagado más de eso). Nadie puede decirme que es una decisión económica razonable pedirle plata a un tipo para pagarle a otro y luego pedirle a un tercero para poder pagar a los anteriores. O pedir plata prestada para pagar los intereses de la plata que ya debo.

Y tampoco me creo que esa sea una discusión ideológica. Más bien creo que ese tipo defiende los intereses de alguno al que le conviene que la Argentina esté endeudada.



No hay comentarios:

Publicar un comentario